RIO DE JANEIRO (Reuters) - La selección chilena de fútbol venció el miércoles 2-0 a España, con lo que clasificó a los octavos de final del Mundial y puso fin al reinado de un equipo que con su estilo marcó la última década.
Chile se metió entre los 16 mejores por segundo Mundial consecutivo gracias a los goles de Eduardo Vargas y Charles Aránguiz.
La victoria del equipo sudamericano también metió en octavos de final a Holanda, que más temprano le había ganado 3-2 a Australia en el otro partido por el Grupo B.
El triunfo desató multitudinarios festejos en Chile. Decenas de miles de personas se reunieron en los sitios emblemáticos de sus principales ciudades para celebrar lo hecho por el equipo.
Pero en Río de Janeiro, al menos 85 hinchas chilenos fueron detenidos por la policía militar luego de que unas 200 personas irrumpieran en la sala de prensa del estadio Maracaná.
Chile, que cumplió con su promesa de tratar de eliminar a una España golpeada por la dura derrota de su debut 5-1 ante Holanda, no perdonó al último campeón que antes del torneo era uno de los favoritos al título.
"Estoy contento por el juego de mis jugadores, el equipo estuvo a la altura, ahora tenemos que jugar con Holanda para salir primeros en el grupo y seguir paso a paso", dijo el técnico de Chile, el argentino Jorge Sampaoli, tras el partido.
Además, España se convirtió en el quinto campeón vigente en quedar eliminado en la primera ronda del Mundial y el tercero en los últimos cuatro torneos.
"Ha sido una eliminación justa, han sido superiores a nosotros y ahora tenemos que seguir mirando para adelante. No tenemos ninguna disculpa", destacó por su parte el entrenador español Vicente del Bosque.
Chile comenzó el encuentro como estaba previsto, con mucha presión en el medio y con un rápido pasaje al ataque con la velocidad de Alexis Sánchez y Vargas, acciones que lo colocaron frente al arco de Iker Casillas en apenas dos minutos. Una jugada por izquierda del ataque chileno terminó con un remate de Sánchez que fue enviado al tiro de esquina por la defensa española.
En la salida, el centro del mismo Sánchez fue cabeceado por Gonzalo Jara y la pelota pasó apenas al lado del poste derecho del arco de Casillas.
España, lejos del juego que la consagró hace cuatro años en Sudáfrica, se aproximó al área chilena con un tiro libre de Andrés Iniesta.
Otro ataque de España a los 15 minutos fue resuelto con mucha dificultad por el arquero Claudio Bravo, que tuvo que intervenir en dos ocasiones para evitar que Xabi Alonso abriera la cuenta.
LLEGAN LOS GOLES
El primer golpe de nocaut del equipo sudamericano fue a los 19 minutos, con el gol de Vargas.
Tras superar una desatención defensiva, Chile se fue al ataque y en una rápida acción por derecha Charles Aránguiz habilitó a Vargas. El delantero del Valencia de España anotó con un toque de derecha desde el piso tras vulnerar a Casillas y a Sergio Busquets. España trató de recomponer su imagen, pero Chile puso en riesgo el arco europeo cada vez que Sánchez o Vargas tomaban la lanza en ataque.
El segundo tanto, que dejó sin respuestas a los ibéricos, fue un derechazo potente de Aránguiz a los 43 minutos.
"No queda otra que seguir mirando al futuro (...) felicitar a Holanda y a Chile que han sido mejores que España", dijo tras el partido el arquero Casillas, muy criticado tras su actuación contra Holanda y que el miércoles volvió a dar señales de que está fuera de ritmo tras jugar poco en el Real Madrid.
Casillas sufrió siete goles en dos partidos.
En el complemento Chile le cedió el terreno y la iniciativa a España, que llegó con más ímpetu que ideas aunque sin crear demasiado peligro para la valla de Bravo y dejó prácticamente abandonado el juego de toque que tanto dio que hablar en el mundo durante los últimos años.
En el final del partido, y mientras España mostró algunos momentos de juego fuerte cuando la derrota estaba consumada, Chile despidió al campeón con cambios de velocidad y toques que provocaron el "Ole, ole" del eufórico público en las tribunas enfundado en la camiseta de la "Roja" de Sudamérica.
Los brasileños también acompañaron los gritos chilenos cantando "e-li-mi-naaa-dooos", mientras los españoles no encontraban respuesta a la pesadilla que vivían dentro de la cancha.