MONTEVIDEO (Reuters) - La indignación y el enojo primó entre los uruguayos cuando se conoció el jueves la dura sanción de la FIFA a la estrella de la "celeste" Luis Suárez, que dejó al delantero fuera del Mundial por la mordida que le propinó a un rival italiano.
Además de los nueve partidos, la FIFA suspendió a Suárez para realizar cualquier actividad relativa al fútbol por los próximos cuatro meses y lo multó con 100.000 francos suizos (111.000 dólares).
La FIFA sostuvo que Suárez tampoco podrá entrar en los recintos del estadio en el que la selección uruguaya dispute un encuentro mientras esté cumpliendo con la suspensión por morder al defensor Giorgio Chiellini en el partido en que Uruguay le ganó 1-0 a Italia para clasificar a octavos de final.
La conmoción de los uruguayos en las calles, las redes sociales y los medios de comunicación fue inmediata.
"Es demasiado. Ha habido casos peores que no han tenido sanción o han tenido sanciones menores, como el cabezazo de Zidane. No quiero entrar en teorías conspirativas, pero parece que a la FIFA no le interesa que un país chico como Uruguay avance", dijo Andrés Ramírez, un abogado de 62 años.
El equipo del entrenador Oscar Tabárez, que tuvo una difícil campaña desde el debut contra Costa Rica con una sorprendente derrota de 3-1, deberá prescindir de su mejor jugador por el resto del torneo.
La "Celeste" se medirá con Colombia el sábado en Río de Janeiro en el estadio Maracaná, donde hace más de 63 años le arrebató la Copa a Brasil, consagrándose campeón en 1950 por segunda vez en su historia.
"Pienso que es excesivo. Lo están poniendo en un plano de un delincuente, de un terrorista, porque por cuatro meses no sólo no puede jugar sino que tampoco estar vinculado a la FIFA. Se están sobrepasando con lo que fue la agresión, aunque creo que merecía alguna sanción", dijo por su parte María Cardozo, administrativa de 48 años.
La página web del diario uruguayo El País tituló "La Celeste se quedó sin su goleador" y el portal Montevideo.com, "Lo que no mata, fortalece". "Qué injusto, qué triste, qué mafia", expresó la periodista uruguaya Viviana Ruggiero.
A última jora del miércoles en Twitter explotó el hashtag #DeOficioTodosoNinguno donde se pedía que todos los jugadores que cometieron faltas y que no fueron sancionados dentro de la cancha sean tratados igual que Suárez.
"Todos los jugadores son iguales, si vale para uno, vale para todos o que no valga para ninguno", tuiteó el futbolista uruguayo Jorge Fucile, adhiriéndose al pedido popular, antes de conocerse la sanción.
"Si se sanciona una falta, que se sancionen todas las similares!!!", agregó el jugador "celeste" Alvaro Pereira.