El Economista - Recife, Brasil. Llegar a los estadios en Brasil sin boleto de acceso y con poco dinero en la cartera no es un obstáculo para conseguir una entrada al partido y hasta para tener algunos reales para festejar luego de ver a la selección mexicana. Los fanáticos aztecas han sacado provecho de los ídolos deportivos y de la televisión que traspasan fronteras y son perfectamente ubicados por millones de personas en el país que es sede de la copa del mundo.
Basta llegar a los alrededores de los estadios con la máscara de El Santo, una playera del Chavo del Ocho o un disfraz del Chapulín Colorado para conseguir dinero de manera inmediata. A la afición brasileña, que es fanática del comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños, quien da vida a los personajes antes mencionados, le resulta irresistible hacerse de una de las prendas de su ídolo.
Jorge Barrientos, aficionado mexicano quien viajó desde Guadalajara a Brasil, porta una máscara de El Santo y tiene una en cada mano. El precio que les ha puesto es de 25 reales, 146 pesos, cantidad que desembolsan sin problema decenas de fanáticos locales que ingresan al estadio con el rostro cubierto.
“Hace un año vine a la Copa Confederaciones y mucha gente me pedía que le vendiera la máscara, entonces ahora vine preparado y así he logrado mantenerme en el Mundial”, explicó el joven de 26 años.
Pero Jorge no es el único que hace negocio con los ídolos mexicanos en Brasil. Fuera de la Arena Pernambuco se reunió un grupo de jóvenes vestidos con short amarillo, playera roja con un corazón en el pecho que llevaban las iniciales “C” y “H”, y unas antenas rojas en su cabeza. Todos ellos caracterizados como el Chapulín Colorado robaron la atención y se daban vuelo vendiendo los disfraces en 90 reales, 528 pesos por cada conjunto de prendas.
A dos horas del compromiso las grandes bolsas negras ya están vacías y todo el grupo se declara listo para buscar comprar en reventa un ticket, mismo que encuentran para poder ver más tarde el triunfo de México ante Croacia.
Apenas concluyó el partido, es momento de correr a la explanada del estadio, lugar en el que ahora ofrecen playeras del Chavo del Ocho por 35 reales, 205 pesos, mismas que tras venderlas todas han asegurado la borrachera para festejar la clasificación del tricolor a octavos de final. Su siguiente parada será Fortaleza, ciudad en la que esperan repetir toda su estrategia.
Publicado http://eleconomista.com.mx/deportes/2014/06/25/mexicanos-hacen-negocio-redondo-brasil