SAO PAULO (Reuters) - La imagen de un extasiado Luis Suárez celebrando su segundo gol contra Inglaterra de rodillas, con los brazos en alto y los ojos cerrados mirando al cielo dio un aura milagrosa a la victoria de Uruguay por 2-1.
Pero aunque su increíble recuperación tras una cirugía de meniscos hace apenas un mes mantuvo a Uruguay con vida en el Mundial, también dejó al descubierto la peligrosa dependencia que el equipo sudamericano tiene de Suárez.
Con su intento de depredador intacto, el delantero de 27 años del Liverpool aprovechó las dos oportunidades que tuvo, burlando a la defensa inglesa para vencer al portero Joe Hart en la Arena Corinthians de Sao Paulo.
Sin embargo, fue comprensiblemente lento en sus movimientos y un calambre en una pierna lo obligó a abandonar el campo en una camilla dos minutos antes del pitazo final.
"Nuestro equipo realmente gira en torno a él", dijo al sitio de la FIFA el capitán Diego Lugano, que se perdió el partido del jueves por un dolor en la rodilla.
"Nos gustaría tener a unos 10 jugadores de su nivel (...) Pero contamos con algunos que marcan diferencias, como él, que es un crack, y el resto somos todos trabajadores", añadió.
Lugano fue quizás muy modesto, pero es verdad que sin su estrella Uruguay sufrió algunos días antes una humillante derrota 3-1 ante Costa Rica, haciendo que muchos se preguntaran si la selección que llegó a las semifinales de Sudáfrica 2010 no está ahora demasiado vieja.
Ilustrando qué tan lejos está dispuesto a ir Suárez por su equipo, el entrenador Oscar Tabárez dijo después a periodistas que cuando anotó su segundo gol llevaba 20 minutos sufriendo un calambre en la pierna.
"Yo estoy muy seguro de lo que sabe hacer Luis Suárez en el último cuarto de cancha", dijo.
Y es por eso que Suárez estará entre los titulares el martes contra Italia, el líder del Grupo D, en la ciudad nordestina de Natal, un partido que Tabárez describió como una "dura prueba".
"Tenemos que tener una actitud idéntica, una entrega del punto de vista físico también grande y mucha intensidad", dijo el entrenador uruguayo.
Para eso Uruguay podría repetir algunos de los otro cuatro cambios introducidos por Tabárez ante Inglaterra, reemplazando al veterano defensa Lugano por José María Giménez, de 19 años, además de inyectar energía en el mediocampo con Alvaro González y Nicolás Lodeiro.
"Gran triunfo para seguir soñando", escribió Edinson Cavani, el compañero de Suárez en el ataque uruguayo, en su cuenta de Twitter (@ECavaniOfficial).
"Este grupo nunca se rinde", añadió.