SAO PAULO (Reuters) - La selección argentina necesitó el martes de 118 minutos de juego y una nueva genialidad de Lionel Messi para eliminar a Suiza y avanzar a los cuartos de final del Mundial, en un partido en que el equipo sudamericano atacó sin ideas y el suizo mostró un notable trabajo táctico para contener a su rival.
Messi apiló a varios rivales en el epílogo de un encuentro que parecía destinado a la definición por penales y habilitó a Angel Di María, quien entró solo por la derecha y definió con un preciso remate cruzado.
El técnico argentino Alejandro Sabella dijo que aunque su selección mereció vencer a Suiza en el tiempo reglamentario, ganar es lo que cuenta.
"¿Si ganar es lo más importante? Obviamente, el mundo nos está llevando a que sea casi lo único", dijo el entrenador en respuesta a una pregunta en la conferencia de prensa posterior al partido.
En los cuartos de final, Argentina se medirá con Bélgica, que más tarde el martes derrotó por 2-1 a Estados Unidos también en tiempo suplementario.
En dicho partido, Argentina no podrá contar con el lateral izquierdo Marcos Rojo debido a una suspensión por tarjetas amarillas.
"Dimos la vida en cada pelota, solo tuvimos un error en el primer tiempo. Creo que la victoria es más que merecida", dijo Di María tras el partido.
"Insistimos hasta el final y por suerte nos llevamos la victoria. Ayer Alemania, anteayer Holanda (...) todo cuesta, nada es fácil", destacó por su parte Javier Mascherano.
Argentina salió con la intención de presionar bien arriba a Suiza, con Di María y Ezequiel Lavezzi corriendo a los defensores rivales. Y las incursiones del extremo del Real Madrid dieron frutos, generando varias faltas en el comienzo del partido, que reunió a 63.255 personas.
En un encuentro bastante friccionado y con infracciones de ambos lados, Argentina comenzó a controlar las acciones de a poco, cuando Messi, elegido nuevamente como el "jugador del partido", logró un mayor contacto con el balón.
Suiza planteó un partido inteligente, con una marcación severa aunque no demasiado férrea sobre los jugadores más movedizos de Argentina, especialmente Messi, y se mantuvo agazapada en su terreno hasta que encontró los momentos oportunos para atacar.
"Sabemos que todos los partidos van a ser muy igualados y que se van a ganar por detalles. Es un Mundial y no hay rival fácil (...) La suerte está de nuestro lado, hay que aprovecharla y seguir", aseguró Messi.
Los 30 primeros minutos prácticamente pasaron sin emociones, pero a partir de ahí se sucedieron algunas jugadas de peligro para los dos arcos.
Ninguno de los equipos inquietó al arquero rival hasta que a los 25 minutos, Gonzalo Higuaín cabeceó un tiro libre de Messi pero el balón salió desviado.
APARECE LA EMOCION
Argentina parecía mejor posicionada en el campo, con Di María rotando en todo el frente de ataque y Fernando Gago muy movedizo, presionando cerca del área rival en un momento para poco después quedar como último hombre cuando los defensores salían disparados en ataque.
A los 27, el arquero argentino Sergio Romero contuvo un remate de Granit Xhaka tras una gran jugada individual de Xherdan Shaqiri.
En la jugada posterior, un disparo de Lavezzi fue contenido por Diego Benaglio, y un minuto después Ezequiel Garay no logró conectar un tiro de esquina de Messi a un metro del arco.
Suiza asustó de nuevo a los 38, cuando tras un rápido contraataque Admir Mehmedi remató muy débil ante un Romero que no se animó a salir a atorarlo con rapidez.
En la segunda parte ambos salieron animados en ataque, con Suiza manteniendo su impecable seguimiento a Messi.
Argentina pareció renovada en el inicio del segundo tiempo en delantera, pero el mediocampo no hacía pie y algunos errores en el manejo de la pelota permitieron que el conjunto europeo acercara peligro al arco de Romero.
Benaglio salvó su valla en un par de oportunidades, pero Argentina siguió careciendo de ideas y Messi no tuvo acompañantes para desarrollar su juego.
A los 56, Benaglio le tapó un remate a Di María y dos minutos después el arquero volvió a salvar su valla tras un remate de Rojo, quien sorprendió con una de sus primeras incursiones en ataque.
Y a los 62 ahogó el que habría sido el primer grito de gol en el torneo de Higuaín, al mandar por arriba del travesaño un cabezazo del delantero del Napoli.
Messi tuvo su primera oportunidad clara de gol a los 67 minutos, con un remate de media distancia que salió apenas por encima del travesaño.
Y Suiza, con su impecable orden táctico y sus aceitados relevos, mantuvo a raya a la "albiceleste" durante los 90 minutos reglamentarios.
En el suplementario las cosas tampoco cambiaron demasiado, con Suiza por momentos animada en ataque pero nunca perdiendo la concentración.
Y cuando todo parecía encaminarse a los penales, Messi frotó la lámpara una vez más para que Di María definiera el partido.
Pero Argentina sufrió un poco más, ya que cuando finalizaba el tiempo suplementario un cabezazo de Blerim Dzemaili dio en un poste y el rebote salió apenas desviado.
En los últimos segundos del partido hasta el arquero suizo Benaglio rondó el área argentina en busca de un milagro que no llegó.