sábado, 5 de julio de 2014

Dos debutantes contra 24 años de malos recuerdos

FIFA.COM - Un punto final a casi dos décadas y media de frustración. Veinticuatro años después de Italia 1990, Argentina regresa a unas semifinales de la Copa Mundial de la FIFA™, y Gonzalo Higuaín vuelve a hacer lo que mejor sabe. El delantero del Nápoles no podía haber elegido un mejor momento para estrenarse como artillero en Brasil 2014. Y, hablando de estrenos, no fue el único que se produjo en la increíble tarde de los argentinos en Brasilia.

Las críticas ya se habían hecho oír en el país rioplatense. Al fin y al cabo, un atacante vive de goles, y, tras los cuatro que marcó en la edición de 2010, Higuaín aún no había perforado la meta rival en Brasil. Después de cuatro partidos sin ver puerta, a los siete minutos del primer tiempo de los cuartos de final acertó un lindo chut con la derecha que decidió el encuentro y desató la fiesta entre los miles de hinchas albicelestes presentes en el Mané Garrincha.

“No estaba desesperado por el gol, porque sabía que antes o después iba a conseguir marcar. Claro que estoy muy contento, sobre todo por la importancia histórica que tiene para la Argentina”, afirmó tras el choque Higuaín, que esta vez superó incluso a Lionel Messi como jugador más solicitado por la prensa en la zona mixta del Estadio Nacional de Brasilia. 

Y la razón, por supuesto, fue el final de la sequía anotadora. “Desde el primer día me preguntaban cuándo iba a llegar el gol, y yo siempre respondía lo mismo: ‘Estoy trabajando para conseguirlo’. Mi situación no era fácil, por poco no llegué al Mundial, pero afortunadamente todo ha salido bien, y ya he marcado”, señaló, aliviado, refiriéndose a la lesión sufrida al final de la temporada con el Nápoles, y que estuvo a punto de impedirle participar en la cita brasileña.

Infortunio de Di María, suerte de Enzo
El alivio que causó el gol de Higuaín y la clasificación para semifinales contrastaba, al término del encuentro, con alguna preocupación en torno a Ángel Di María, al que una lesión obligó a sustituir ya durante el primer periodo.

Y, para ocupar el puesto del extremo del Real Madrid, Alejandro Sabella decidió innovar. Apostó por Enzo Pérez, quien tuvo así la oportunidad de experimentar al fin lo que se siente al pisar la cancha en una Copa Mundial de la FIFA.

“Tuve la suerte de estrenarme y de hacerlo en unas circunstancias muy decisivas, y en un momento complicado de entrar, en frío, es increíble. Tengo un sentimiento de felicidad increíble, pero también algo de pena por la lesión de Di María, claro. Esperemos que no sea nada grave”, explicó el centrocampista del Benfica a FIFA.com.

Un cuarto de siglo de recuerdos
“Es un sueño hecho realidad. Hacía muchísimo tiempo que no llegábamos a las semifinales de un Mundial. Este equipo ha luchado mucho para llegar hasta aquí, muchísimo, y es un orgullo formar parte de este plantel increíble, aunque hasta ahora haya jugado poco”. La felicidad era visible en el rostro de Enzo, que, como la gran mayoría de sus compañeros, apenas era un niño cuando Argentina alcanzó la final de 1990. Por aquel entonces únicamente tenía cuatro años, pero siempre hay algo que viene a la memoria.

“Recuerdo muy poco. Era un chiquito, pero tengo un vago recuerdo de la fiesta que había siempre en casa cuando jugaba Argentina, y, sinceramente, creo que recuerdo el gol de Caniggia contra Brasil [en octavos de final]”, dijo sonriendo el futbolista, que espera que la historia se repita ahora, 24 años después.

“Toda mi familia me hablaba siempre de aquellos Mundiales —1986 y 1990—, y ahora he dejado de verlos por televisión para estar acá dentro. Es simplemente increíble formar parte de este equipo, lo único que quiero es llegar al Maracaná”. El deseo de Enzo, y de todos los argentinos, es que Brasil 2014 sea el punto de partida para nuevos recuerdos.